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IGNANA

¿Cómo se aprende ARTE? (La pauta nos la da el proceder de los artistas)

¿Cómo se aprende ARTE? (La pauta nos la da el proceder de los artistas) (Trabajo realizado por Manuela Paz Baña, Rocío González Brey, Elena Cristóbal Ochandio e Ignacio Javier Calvo Ríos)

Yo no entiendo casi nada,
pero el espacio es hermoso,
silencioso, perfecto.

Yo no entiendo casi nada,
pero comparto el azul,
el amarillo y el viento.

Guiado por un aroma
cada obra un paso entre lo conocido y lo ignorado.

La forma al principio
es casi como un aroma indefinido que se impone a medida
que va precisándose.

Este preconocimiento o aroma es mi guía
en lo desconocido, en lo deseado, en lo necesario.

Nunca discuto con él a priori
y nunca dejo de hacerlo a posteriori.

Eduardo Chillida

Ni el viajero ni el dibujante llegaron nunca a Itaca, la tierra, la forma originaria, si no había un deseo, un sueño, una imagen deseada a la que regresar o dar caza.
Para llegar es necesario haber estado, “ser” de ella.
Tanto si se delimita un círculo para determinar el óvalo perfecto de una cosa como si se recorre el papel, oscureciendo límites imprecisos hasta llegar a él, desde el destello luminoso, su reconocimiento sólo es posible si él estaba en el deseo prefigurado, soñado o deseado de su perfil.
La precisión de un dibujo no está en su geometría, sino en su deseo.”

J.J. Gómez Molina

El trabajo se plantea como un camino en busca de algo intuido, el intento de plasmar, de dar caza a algo etéreo. Hay muchos artistas que se refieren a su trabajo en términos de caza y de lucha. Una caza , una lucha, en la que no hay seguridades, en la que la experiencia no asegura el éxito. En la que, incluso artistas consagrados como Matisse y Barceló, en algunos momentos, dudan de sí mismos y se plantean si lo que hacen tiene algún valor.
Oteiza dice que sus esculturas son “trampas para cazar a Dios”.
Lucio Muñoz se refiere al proceso artístico como un “Método para lograr que el conejo asome por la manga para su identificación y posterior captura” y continúa “ Una vez entablado el combate (...) es conveniente, si el cuadro aún no está moralmente vencido, es decir, si no has podido aún agarrar por las orejas al conejo, no aferrarte a ningún acierto parcial, no arropar ni adornar los aciertos porque esta actitud suele ser fatal. El acierto sólo puede ser el hallazgo pleno y si se confunde cualquier signo gratificante con las orejas del conejo, estarás confundiendo creatividad con buen hacer, y el acierto superficialmente grato, con el arte. Si se produce esta confusión (...) lo mejor que se puede hacer es, de la forma más contundente, destruir todo lo que aparentemente está bien... “
También Francis Bacon se expresa en términos similares “Me he encontrado muchas veces con que, al intentar atenerme a la imagen con más exactitud, en el sentido de hacerla más ilustrativa, y parecerme luego extremadamente vulgar luego, por pura irritación y por despecho, lo he destruido completamente, sin darme cuenta en absoluto de los trazos que estaba haciendo dentro de la imagen... y de pronto, me he encontrado con que la cosa se aproximaba mucho más a lo que mis instintos visuales sentían de la imagen que intentaba atrapar. En realidad, en mi caso todo es cuestión de lograr tender una trampa para atrapar, el hecho en su aspecto más vivo.”
Vamos a analizar cómo es el proceso del trabajo artístico. Wallas (The art of Thought, 1926) fue quien estableció por primera vez los pasos o etapas de la creación:
PREPARACION, INCUBACIÓN, ILUMINACION Y VERIFICACION.
Preparación: Recolección de información, enfocando los detalles del problema.
Incubación: Nuestro inconsciente trabaja en el problema.
Iluminación: Aparecen soluciones intuitivas espontáneamente o como resultado de un esfuerzo consciente.
Verificación: Las soluciones son organizadas y probadas lógicamente.
La primera y última etapa son tareas conscientes, mientras que las dos etapas intermedias involucran procesos inconscientes.
En la creación artística, como no hay un problema dado, hay todavía un paso anterior a estos cuatro y es la DETECCIÓN DEL PROBLEMA o, como en el poema de Chillida, la percepción del aroma a seguir. La detección de problemas es el primer paso del pensamiento creativo.
En la vida de los artistas esta detección del problema tiene dos niveles diferente:
1.- Cada obra o cada ciclo o serie de obras implica la resolución o el intento de resolución de un problema. La persecución de un aroma.
2.- Cada artista debe de encontrar su “tema”. Debe encontrar algo que dé un objetivo a la obra a realizar. Debe encontrar su campo de trabajo, su obsesión. Para Monet y los impresionistas su tema es la luz, para Picasso, durante su período cubista, la interacción entre el espacio y el tiempo etc.
La búsqueda del “tema” no es algo banal. Hasta tal punto no lo es, que ha habido grandísimos artistas que no pudieron desarrollar su vida profesional hasta ser bastante mayores por no encontrarlo. Francis Bacon no empezó a pintar hasta pasados los treinta y cinco años; y cuando le preguntaron porqué, contestó “no tenía un verdadero tema” ; y Marcel Proust, tras una vida que él sentía malograda por tener una vocación literaria que no acababa encauzar, encuentra su tema y se encierra a escribir, también a los 35 años, hasta su muerte.
Con sus más y sus menos de una forma más rápida o más lenta, todos los artistas pasan por este proceso de identificar su “tema”. En esta búsqueda, vemos que, la mayor parte de ellos, pasan por una etapa en la que se mimetizan con artistas contemporáneos o anteriores que admiran, copiando sus obras y sus maneras de proceder. Porque en palabras de J.J.Gómez Molina: “Se aprende imitando, simulando aquello que se admira o aquello que los demás admiran.
Un proceso de emulación teatralizado en el que el dibujante interpreta el papel del otro, el artista de éxito, para reconocerse y extrañarse alternativamente en él y decidir así su particularidad. Un proceso camaleónico en el que el acercamiento al modelo ejemplar se contamina de las imperfecciones en las que el iniciado poco a poco se distancia de la obra propuesta. Un proceso en el que muchas veces la impotencia, la incapacidad de reproducir aquello que decimos admirar, va organizando, como en un espejo deformado, la imagen de nuestra propia esencia; la distancia con el modelo es siempre la que determina esa diferencia fundamental que es el dibujo de uno mismo”.
En este punto queremos hablar de un factor fundamental en la creación artística, tanto en la identificación del aroma, como en el proceso de aprender de las obras de otros, como en el trabajo con el material y las formas. Hablamos de la importancia de tener una sensibilidad visual convenientemente desarrollada.
El acto de creación no surge del vacío. El acto de creación surge de una escucha, de una percepción desarrollada y atenta a varias cosas, a los datos de la realidad, al material con el que se trabaja, a las relaciones formales que van surgiendo del trabajo, a uno mismo...
En palabras de Arnheim: “percibir y pensar son actos que se encuentran indivisiblemente mezclados... una persona que pinta, escribe, compone o baila, piensa con sus sentidos. Todo pensamiento es de naturaleza perceptiva: percepción y pensamiento se exigen mutuamente, se complementan”.
Y en palabras de Jünger: “La manzana de Newton o el vapor que Watt, de niño, vio escapar de la tetera mucho antes de que inventara su máquina. Esto da que pensar, decimos. Evidentemente, al pensar le precede la armonía con la materia y a él le sigue el estado de ánimo onírico que engendra y del que surgen los pensamientos”
Joan Miró, convive con los objetos encontrados que servirán de base a sus esculturas, hasta que, del contacto con ellos, surge la idea de la obra.
Los estudios de los artistas están llenos de cachivaches, recortes de periódicos, fotos, reproducciones de cuadros etc., de cosas que les gustan o les llaman la atención y que, en algunos casos, formarán parte de sus obras pero que, en muchos otros, les ayudan a pensar, forman parte del clima que necesitan para su trabajo.
Una vez percibido el aroma, el problema podemos pasar al apartado de PREPARACION, o cercamiento del problema.
Hemos dicho al principio que el trabajo de creación es una búsqueda, un camino arriesgado en el que no hay seguridades, en el que se procede por tanteo, por intuición. Estas características son las que explican los procesos de trabajo. Así nos encontramos con los cuadernos de trabajo, los bocetos, los trabajos previos, la búsqueda de información, los estudios etc.
Casi todos los artistas realizan estudios preparatorios, estudios parciales que les ayudan a ir pensando y cercando el trabajo. Una herramienta muy empleada es el cuaderno de trabajo. Un cuaderno de trabajo es un cuaderno en el que se apuntan ideas o bocetos a desarrollar. Intuiciones, pensamientos en relación al trabajo o al arte, citas leídas en algún sitio, recortes de cosas que nos han llamado la atención etc. Un cuaderno de trabajo muestra el proceso de creación del trabajo.
Otra práctica habitual es la búsqueda de información. ¿Quién antes que yo ha trabajo esto? ¿Qué solución le ha dado?. Tengo un problema concreto ¿Cómo lo han solucionado otros?...
Y el contacto con los colegas, la conversación, el compartir en qué se está trabajando, cuales son las dudas, los problemas, los aciertos etc.
Los bocetos o los trabajos preparatorios y las series.
El desarrollo de una idea plástica suele dar lugar, normalmente, a más de una obra. El proceso de trabajo preliminar en el que se hacen estudios de todo tipo, de composición , de dibujo, de material, de distintas posibilidades de desarrollo, de solución de problemas técnicos etc., suele normalmente abrir muchas puertas de desarrollo, no una única; por otra parte una vez que el trabajo se ha comenzado, éste sugiere nuevas soluciones nuevos caminos. Es por esto que habitualmente los artistas hagan series o trabajen durante una temporada de forma intensiva con una misma idea o material, siguiendo las pistas de pensamiento que el trabajo les va proporcionando. Es un trabajo en profundidad, cada vez se va más allá. Y es la razón por la que se dice de muchos pintores que siempre están pintando el mismo cuadro.
Todos estos trabajos, todo este contacto con la materia, permite lo que en nuestro esquema inicial sobre las etapas de la creación llamábamos INCUBACION. La preparación y la incubación ocurren al mismo tiempo. El trabajo perceptivo, el estudio, la concentración en el “tema”, el contacto con el material..., posibilita el proceso interior de incubación del que surgirán los hallazgos, las distintas soluciones del “problema”, la ILUMINACION.
Como dice Picasso, la inspiración encuentra a la gente que está trabajando.
Y por último tendríamos la etapa de la VERIFICACION, que en nuestro caso sería cuando la obra de arte se expone, pasa del útero del artista al mundo e interacciona con él. El momento de la exposición muchas veces transforma la obra e incluso la mirada del artista sobre su trabajo. Al cobrar independencia y entrar en contacto con la percepción de otras personas, las obras a veces manifiestan cualidades o significados que al propio artista se le habían escapado. La mirada de las demás personas transforma la obra y amplía y objetiviza el conocimiento del artista sobre lo que está haciendo. Le ayuda a ver su trabajo tal y como es.
Con los datos tomados de la verificación, del ver su obra junta, ordenada y respirando por sí sola, fuera de él, el artista vuelve a su taller y de nuevo comienza la rueda a girar... aroma, preparación, incubación, iluminación, verificación...

BIBLIOGRAFIA:

ARNHEIM, R (1986): El pensamiento visual. Barcelona, Ed.Paidós
CHILLIDA, E (2004): Catálogo de la exposición Aromas de Eduardo Chillida, Sala de exposiciones de la Fundación Caixa Galicia de Santiago de Compostela. Ed. Fundación Caixa Galicia.
EISNER, E (1995): Educar la visión artística. Barcelona, Ed.Piados.
EISNER, E (2004): El arte y la construcción de la mente. Barcelona, Ed. Paidos.
GOMEZ MOLINA (1999): El manual del dibujo. Estrategias de su enseñanza en el siglo XX. Madrid, Ed.Cátedra.
JÜNGER, E (1987): El problema de Aladino. Madrid, Ed. Cátedra.
MUÑOZ, L (2003): Catálogo de la exposición Lucio Muñoz íntimo en el Museu d´Art Espanyol Comtemporani, Fundación Juan March de Palma de Mallorca.
SYLVESTER, D (1977): Entrevistas a Francis Bacon. Barcelona, Ed.Polígrafa.
WALLAS (1926): The art of thought.

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