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IGNANA

Caminos Imposibles, Pisadas Erráticas

Caminos Imposibles, Pisadas Erráticas (Trabajo realizado por Manuela Paz Baña, Rocío González Brey, Elena Cristóbal Ochandio e Ignacio Javier Calvo Ríos)
En el Segundo Proyecto de Educación Visual y Plástica hicimos dos trabajos diferentes. Uno de los trabajos es "Caminos Imposibles, Pisadas Erráticas".

Quizá porque los integrantes del grupo hemos llegado a una cierta edad, por todos fue bien aceptada la idea que inspira nuestro segundo trabajo:
Ya hemos recorrido un camino, hemos dejado, o al menos lo hemos intentado, algunas huellas en el río de la vida. Y de ahí surge la contradicción, pues es imposible imprimir tus huellas sobre una corriente de agua.
La vida, como el agua, fluye, cambia constantemente. La vida son pequeños instantes, momentos efímeros. Es un devenir continuo, con remansos de agua tranquila, con cascadas cristalinas que te agitan y dan vigor, pero a veces, también, con aguas fangosas y turbias de las que no sabes cómo salir. Paz, alegría, exaltación, confusión... La vida discurre en ocasiones por ríos sombríos y angostos. Otras, se ensancha dándonos un margen mayor de posibilidades y, de vez en cuando, se arremolina en torno a nosotros dificultándonos el paso.
Nuestras pisadas, como las acciones vitales llevadas a cabo sin un propósito claro (creemos que la mayor parte de ellas son de este tipo), se entremezclan y se enredan con frecuencia, por recodos del río, por laberintos que no llegan a ninguna meta.
Pero, podría ser que los mejores momentos de la vida son precisamente aquellos que son vividos en el presente, sin esperar al futuro ni evocar el pasado.
El objetivo de nuestras pisadas es su mero discurrir, verlas deslizarse flotando en el agua. Nuestras pisadas son ágiles y ligeras, pero también se entretienen en los recovecos y se distraen, sin prisa, entre las piedras del río. Por fin, llegan a un punto del río por donde les es imposible pasar a causa de los obstáculos. Y ahí finaliza el recorrido. Nos hubiese gustado verlas caminar un poco más, pero no forzamos su corto viaje.
Recordamos aquí, pero sin ponernos trágicos, las famosas coplas de Jorge Manrique, de las que transcribimos dos estrofas:

Ved de cuán poco valor/ son las cosas tras que andamos/y corremos,/que, en este mundo traidor,/aun primero que muramos/las perdemos;/ de ellas deshace la edad,/ de ellas casos desastrados/que acaecen, de ellas, por su calidad,/ en los más altos estados/desfallecen.
Nuestras vidas son los ríos,/que van a dar a la mar/que es el morir;/allí van los señoríos/derechos a se acabar/y consumir;/allí los ríos caudales,/allí los otros medianos/y más chicos,/allegados son iguales,/los que viven por sus manos/y los ricos.

El color rojo intenso de nuestras huellas podría simbolizar la energía que tratamos de imprimir a nuestro viaje. Es un color que contrasta, que atrae la mirada, que anima el verde de la naturaleza frondosa del lugar elegido. No hubo dudas en este caso.

RECORRIDO SENSORIAL
Nos reunimos una mañana de domingo a las nueve. Las cabezas bastante embotadas y el cielo encapotado. Después de unos días de intenso calor, agradecimos la pequeña tregua de un día más fresco y agradable.
Accedimos al lugar donde se desarrolló nuestra intervención partiendo de la calle Galeras Tras cruzar el puente medieval del Carmen se encuentra la Capilla de Nuestra Señora del Carmen, un santuario del siglo XVIII, que convive (según reza la información turística) en perfecta armonía con la restaurada y moderna “Vaquería” ahora, urbanización de “alto standing” que obtuvo el premio Bienal de Arquitectura en el año 2003. Por nuestra parte, no opinamos, pues se trata de una urbanización privada, cerrada por altos muros privándonos de su, seguro, hermosa vista.
Llegamos hasta el antiguo convento de las Arrepentidas o de las Oblatas que fue reconvertido en lujoso hotel, en el barrio del Carme de Abaixo, a la orilla del Sarela, "o río que tivo as ratas máis grandes de Galicia'' e que, noutro tempo, foi "lugar sombrizo onde toda miseria humana tiña o seu acubillo'', en palabras de Méndez Ferrín.
En aquel Convento, según nos informaron, internaban a mujeres de “vida alegre” y disipada, mujeres que por tanto habían dado un mal paso en su vida y debían apartarse de su azarosa vida y buscar... ¿el camino recto?. Bueno, resistimos la tentación de tomar el segundo café en memoria de las pecadoras, aunque haciendo un esfuerzo.
Se percibe que la zona de San Lourenzo, Carme de Abaixo y Oblatas está creciendo con grandes contrastes: las urbanizaciones de calidad, dos de ellas con prestigiosos galardones de arquitectura, conviven con vías y calles en estado deficiente; el precio del suelo alcanza cifras astronómicas, pero sigue habiendo casas en tal estado de abandono que incluso alguna ha servido de cobijo a un roble que ya asoma sobre el tejado.
El crecimiento urbanístico que está viviendo la zona comienza también a crear problemas de circulación en el barrio, caracterizado por unas calles muy estrechas, que son además la única comunicación con el centro.
Por otro lado, y posteriormente a la realización de este trabajo, pues sino hubiésemos sido mucho más cautos a la hora de meternos en el río, nos enteramos de que hay algunas casas que todavía tiran sus aguas residuales al mismo río. Eso podría ser la explicación de la abundante vegetación, la presencia de abundantes restos orgánicos. En fin, la ignorancia es atrevida y eso redundó en beneficio de nuestro proyecto.
Recorrimos el sendero a lo largo del río, atravesando una vegetación un tanto selvática, como la describe Ignacio, sobre todo, al rozar las ortigas omnipresentes a lo largo del camino. La verdad es que una vez allí te olvidas de que prácticamente estás en el centro de Santiago y resulta fácil imaginar que nos encontramos en cualquier lugar remoto. Sólo los ladridos de los perros de las casas próximas nos avisan de la cercanía a lugares habitados. Ladridos que, en algún caso, resultan bastante amenazadores, y que sin llegar a poner en peligro nuestra determinación de realizar lo que pretendíamos, sí hubo quien se asustó bastante, pero para eso vale el espíritu de equipo, para suplir las debilidades individuales con fortalezas colectivas.
Poco a poco la mañana se va despejando , los colores van cambiando, y los verdes intensos se van suavizando cuando reciben la luz del sol. La atmósfera es un poco más ligera que al principio de una mañana que no sabrías decir si acabaría lloviendo o no. El día decide iluminarse, el aire es templado, y el agua del Sarela también. El río es mucho más oscuro e inquietante contemplado desde la orilla, y se va haciendo más familiar cuando las circunstancias obligan a desentrañar sus misterios, y llegas a conocer en un pequeño tramo donde es más profundo y donde no . Esta reflexión sobre la apariencia de los lugares, que cambia según tu relación con el medio, con la perspectiva que adoptes, podríamos trasladarla a las relaciones con las personas o situaciones que muchas veces nos apresuramos a calificar sin considerar más puntos de vista.
Elegido el lugar más favorable donde poder desplegar el material que transportábamos, y durante el proceso de realización del primer proyecto (basura estética), paseantes curiosos nos preguntaban qué estábamos haciendo. Se lo explicábamos y parecían agradablemente sorprendidos y comunicativos. Algunos eran vecinos de allí y nos comentaron que unas ruinas de una casa de piedra estaban en venta pero que pensaban que el Ayuntamiento quería comprarlas.

PROCESO DEL TRABAJO: HUELLAS
La realización del primer trabajo fue más ágil. El segundo se demoró más. Había que hacer las plantillas, recortarlas, unirlas y pintarlas. Y lo más complicado, y fundamental para el trabajo, intentar que no se liasen en el río antes de poder hacer las fotos, así como recogerlas. Para tal gestión, probamos con unas piezas sueltas primero, para tener una idea de cómo discurrirían. No fue fácil, pero conseguimos unos segundos, suficientes para registrarlas con la cámara.
Los materiales empleados fueron espuma blanca y pintura roja, así como hilos para unirlas.

INFLUENCIAS
La primera imagen que inspiró visualmente la realización de este trabajo fue del artista bávaro, Nils Udo, que reflejaba la agrupación de flores en el agua. Nos pareció una fotografía muy sutil, delicada y muy bella. La misma sutileza que muestra cuando afirma que encuentra su fuente de inspiración en la misma naturaleza, empleando como materiales lo que en ella encuentra: bayas, palos, hojas, el movimiento del agua, el crecimiento de las plantas. Interviene con el máximo cuidado posible, aunque admite que hay una contradicción inherente en lo que hace: desde el mismo momento en que se toca y se manipula, se pierde la virginidad de la naturaleza. Pero su objetivo es realizar lo que está latente en la naturaleza y, aunque sea por un instante, hacer visible la utopía. La utopía está, para este artista, debajo de cada roca, de cada hoja, detrás de cada árbol, en las nubes y en el viento...
Todo lo que puede percibirse por los sentidos. Mirar, oler, escuchar, saborear, probar... ayuda a experimentar el espacio natural en todas sus dimensiones, incluso a través de la mínima intervención posible. Intervención que la misma naturaleza acabará por deshacer.
El concepto de andar, del camino, lo tomamos de Hamish Fulton, un artista de Gales que ha recorrido caminando Europa, América, Australia y Asia, y que en su propia página declara que el arte procede del caminar individual, que caminar es en sí arte y no necesita ser necesariamente materializado en ninguna obra. Una obra de arte puede ser comprada pero una caminata no puede ser vendida.
Algunos vestigios del andar pueden emerger a través de la colección de fotografías, a las esculturas, a los pequeños textos. Estas pruebas no dejan huellas en el paisaje, ya que Fulton se opone a toda alteración física del paisaje. El lema de este artista lo resume como “No walk, no work”.
Otro artista que debemos citar como presente en este trabajo es Richard Long, que también asume la idea de caminar como arte. Declara que en su primer trabajo al aire libre fue usando materiales naturales, como hierba y agua, evolucionando posteriormente hacia la idea de esculpir andando. Traza rutas propias, inventando caminos. Su propia ruta, por una razón original, diferenciarse de otras categorías de andar, como sería el viaje. Explora la relación existente entre tiempo, distancia, geografía. Para ello recuerda y describe su trabajo en mapas, fotografías y textos, utilizando el medio más apropiado en consonancia con la idea.
Al contrario que Hamish Fulton, no tiene reparos en modificar el paisaje o de trasladarlo al interior de una galería. También Fulton ironiza sobre la manía que tenemos los humanos de medirlo todo, de atribuir a todo categorías mensurables
VALORACIÓN GLOBAL
Esta propuesta ha tratado de reflejar nuestra idea de un camino vital cambiante, y a la vez un andar un tanto imaginario, irreal por imposible sobre las aguas de un río. Hemos adaptado a nuestro “hacer” la concepción de caminar, a partir de la observación del trabajo de los artistas citados, partiendo de la fotografía de Nils Udo, que nos pareció especialmente bella. Después de haber hablado y discutido, con bastante detenimiento, elegimos los materiales que pensamos serían más adecuados. Reflexionamos acerca de la naturaleza , la forma y el color de los mismos. Nos decantamos por materiales no presentes en la propia naturaleza, y en este punto, somos conscientes de que diferimos de los artistas que referimos como influencias, pero al fin y al cabo era nuestro proyecto. En este punto tuvimos bastante dudas, y durante la realización del trabajo, también encontramos dificultades cuando pretendíamos plasmar fotográficamente el momento que considerábamos visualmente más bello, pues el curso del agua y los accidentes del río se encargaban de desbaratarlo, apurándonos en el proceso que sobre el papel parecía más fácil.
Hemos aprendido que hasta una idea que inicialmente parecía muy viable, e incluso sencilla en su materialización, tiene muchos más contratiempos y factores a tener en cuenta, que los que en un principio preveíamos. Es en ese momento, cuando aprecias y valoras mucho más las creaciones de algunos artistas, que a primera vista parecen simples, y que somos osados cuando, las desvalorizamos y pensamos que cualquiera podría hacerlas. Al conocer, observar, hablar, dialogar, y en este caso hacer, hay que resolver todos los detalles, que se habrían pasado por alto si sólo miramos. Quizá eso es lo que más nos ha gustado, el profundizar, analizar, tratar de solventar los inconvenientes, y de lo que hemos aprendido más.
Webgrafía:
http://www.hamish-fulton.com/main.htm
http://www.richardlong.org
http://www.greenmuseum.org/content/artist_index/artist_id-36.html

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